Crear software que enamore a los usuarios: 5 principios a seguir

Averiguar cómo crear un producto de software que guste a la gente es difícil

Por cada historia de éxito que aparece en TechCrunch o Forbes, hay cientos de equipos inteligentes, motivados y con buenos recursos que no consiguen satisfacer las necesidades de sus usuarios. A veces, el problema es el propio concepto central. Con mucha más frecuencia, equipos con ideas prometedoras adoptan un enfoque erróneo en el desarrollo del producto, frustrando sus buenos esfuerzos.

5 reglas para crear un producto de software que entusiasme a los usuarios

A continuación se exponen algunos principios clave que siguen nuestros clientes más exitosos a la hora de lanzar sus productos. Nota rápida: Utilizamos Airbnb como ilustración para dar vida a cada lección. Esperamos que las lecciones le resulten útiles para aprender a crear un producto de software que entusiasme a los usuarios.

1. Entiende a tu público objetivo, pero escucha selectivamente

Antes de crear nada, es fundamental que sepas para quién estás creando tu producto de software y qué problema les resuelve. Por eso, los problemas más fáciles de resolver son aquellos a los que te has enfrentado tú mismo.

Airbnb empezó porque sus fundadores necesitaban ganar un dinero extra y decidieron hacerlo alquilando un colchón en el salón de su casa. Resolver primero su propio problema les proporcionó un profundo conocimiento de (al menos un segmento de) sus clientes objetivo, lo que les ayudó a identificar y abordar muchos de los retos de la fase inicial de su plataforma.

Si te preguntas cómo crear un producto de software que resuelva las necesidades de otra persona, simplemente entrevista a tus usuarios objetivo sobre sus necesidades para poder abordarlas mejor. Hay una lección sutil pero crítica en estas primeras conversaciones: asegúrate de centrarte en los problemas a los que se enfrentan, no en las soluciones que sugieren.

La cita de Henry Ford ilustra este principio: «Si hubiera preguntado a la gente qué quería, me habrían dicho caballos más rápidos» Tu público conoce su problema (llegar más rápido a los sitios), pero como puede que no entienda toda la gama de soluciones posibles, suele describir la solución que le resulta más obvia.

Cuando tus usuarios te expliquen que necesitan una función concreta, intenta averiguar qué problema les resolvería esa función. A menudo se trata simplemente de preguntar «¿por qué?» Una vez que hayas identificado los retos de raíz, entonces podrás ampliar el alcance de las posibles soluciones antes de decantarte por la mejor.

2. Construya lo justo para resolver las necesidades de su cliente

Cuando se tiene una idea para un producto, es natural imaginárselo en su estado futuro completo, con un sólido conjunto de características y una base de usuarios masiva. Después de haber imaginado esta visión durante algún tiempo, puede ser tentador lanzarse a construir ese producto exacto desde el primer día.

El problema con este planteamiento es que la visión a largo plazo del producto rara vez es lo mismo que la versión con la que deberías lanzarlo. Por ejemplo, la primera versión de Airbnb ni siquiera tenía pagos; simplemente permitía a los huéspedes conectar con los anfitriones y la transacción se gestionaba offline. Pero lo que hizo esa primera versión fue validar rápidamente el concepto y proporcionar a los fundadores mucho aprendizaje, que pudieron utilizar para construir finalmente lo que Airbnb es hoy.

La lección clave sobre cómo construir un producto de software es que la primera versión debe tener la funcionalidad justa para resolver el problema principal del cliente y nada más. Este enfoque tiene varias ventajas:

  • Es mucho más rápido y barato de lanzar, lo que le permite empezar a aprender antes y ahorrar más para futuras iteraciones
  • Su producto será más fácil de usar, lo que significa que es menos probable que los nuevos clientes se confundan y lo abandonen
  • Es más fácil identificar lo que funciona y lo que no cuando hay menos piezas móviles que probar a la vez
  • Es más probable que deje que los consumidores impulsen el desarrollo del producto, lo que dará lugar a un producto que satisfaga sus necesidades
  • Es menos probable que tenga que eliminar funciones y complejidad más adelante (lo que siempre es más difícil que añadirlas)

El enfoque descrito anteriormente se ha denominado creación de un «Producto Mínimo Adorable» (PMA), con un conjunto limitado de características, pero del que los usuarios hablarán porque resuelve su mayor necesidad.

3. Crear una gran (y sencilla) experiencia de usuario

Incluso la primera versión «MLP» de su producto debe tener una experiencia de usuario agradable. Esto es especialmente importante para las aplicaciones dirigidas al consumidor, ya que los usuarios de hoy en día están acostumbrados a un cierto nivel de refinamiento. A continuación le ofrecemos algunas consideraciones que debe tener en cuenta a la hora de diseñar su plan de experiencia de usuario (UX):

  • En primer lugar, crear una buena experiencia y crear una experiencia sencilla van de la mano. Echemos un vistazo a la primera versión de Airbnb en la imagen inferior. El diseño parece ciertamente anticuado hoy en día, pero la clave es que es limpio y sencillo de usar. No hay confusión sobre lo que el usuario tiene que hacer a continuación: escribir sus criterios y navegar por una lista de resultados.
Airbnb 2008
  • En segundo lugar, no hace falta gastarse decenas de miles de dólares en un diseño elegante para crear una buena experiencia de usuario. En su lugar, el camino más fácil es elegir un marco de diseño que alguien ya haya pensado y ceñirse a ese marco de diseño, lo que dará como resultado un producto cohesionado y fácil de usar. Por ejemplo, utilizamos nuestro propio marco Canvas en el 95% de las aplicaciones cliente que creamos, para crear productos atractivos sin tener que reinventar la rueda cada vez.
  • Por último, la experiencia del usuario no acaba en el producto. Cada paso del proceso, ya sea mediante software o por humanos, debe tener como objetivo deleitar a los primeros usuarios. El boca a boca es una de las formas más poderosas de conseguir una tracción temprana, y una experiencia de usuario agradable contribuye en gran medida a animar a los usuarios a compartir su trabajo con los demás.

4. Hacer cosas que no son escalables

El objetivo de crear software es que sea perfectamente escalable: añadir otro usuario a tu plataforma no cuesta casi nada, ya que el ordenador hace el trabajo. Así que esta lección, tomada de un emblemático artículo de Paul Graham, puede parecer contraintuitiva.

El principio clave de cómo construir un producto de software es que al principio de una startup los fundadores tienen que hacer mucho trabajo manual para conseguir usuarios, hacerlos felices y hacer que su producto se extienda. Esto parece inútil para la mayoría de los fundadores, porque no pueden imaginar dedicar todo ese trabajo a cada futuro usuario a medida que escalan. La clave es que no tendrán que hacerlo: estos esfuerzos iniciales son fundamentales para despegar y aumentar las posibilidades de un mayor crecimiento del autoservicio en el futuro.

El artículo de Paul Graham habla de este principio más en el contexto de la comercialización de productos y la captación de usuarios, pero es igual de aplicable cuando se trata del desarrollo de tu producto. La forma en que se aplica este principio es que está bien (y a menudo es mejor) construir un producto en el que una gran parte del proceso inicialmente tenga que ser realizado manualmente por una persona, fuera del producto. Obviamente, este enfoque no es escalable más allá de un cierto punto, pero puede ser muy valioso en las primeras etapas de un producto, ya que hace que sea más rápido de construir y también permite que el proceso se solidifique primero antes de automatizarlo.

Por ejemplo, una parte fundamental de la incorporación de anfitriones en Airbnb era reservar un fotógrafo para que hiciera fotos profesionales de la propiedad anunciada. Al principio, ese proceso se gestionaba manualmente, pero a medida que se consolidaba y la empresa crecía, se automatizó. La mayoría de los productos deberían adoptar un enfoque similar: automatizar solo las cosas que necesitan ser automatizadas al principio y hacer el resto manualmente hasta que el proceso se establezca y resulte difícil seguir haciéndolo manualmente. Esto se conoce como «Concierge MVPs», y puedes aprender más sobre ellos en nuestro artículo sobre cómo construir un marketplace sin código.

5. Prepárate para trabajar duro e iterar

Tener una idea para una nueva empresa puede ser emocionante. A medida que las imágenes de tu cabeza van ganando nitidez, parece que el éxito está a la vuelta de la esquina.

Pero tu idea está equivocada.

Puede que no esté del todo equivocada. Puede que tengas el servicio adecuado pero los clientes equivocados, o el precio adecuado pero el enfoque de monetización equivocado, o el mensaje adecuado pero los canales de comunicación equivocados. En cualquier caso, es muy poco probable que todos (o incluso la mayoría) de los aspectos del producto tal y como lo imaginas se parezcan a la versión óptima.

Esto no quiere decir que vaya a fracasar. De hecho, su error puede ser su mayor ventaja. En este momento, hay cientos de personas y empresas en todo el mundo con tu idea: sus experiencias similares y su lógica les han llevado a imaginar un producto no muy distinto del tuyo. Si tu idea fuera perfecta, alguien ya la habría lanzado. Pero como todos están equivocados, y como la idea verdaderamente genial se esconde bajo capas de aprendizajes llenos de matices, puedes ganar ventaja a través de tu enfoque para llegar a esa gran idea.

Los fundadores de Airbnb tuvieron su idea en 2007. Antes de conseguir tracción o inversión, tuvieron que hacer varios rediseños e incluso en algún momento crearon y vendieron cereales (Obama O’s y Cap’n McCains) en la calle, para ganar dinero que pudieran destinar a su concepto. Ahora Airbnb es un nombre familiar multimillonario.

La clave no está en acertar a la primera, que es casi imposible (suponiendo que no te llames Steve Jobs). Más bien, la clave está en probar tu producto de la forma más rápida y asequible posible, para que puedas aprender en qué se equivoca, y en cómo mejorar la siguiente versión. Al repetir este proceso y centrarse en los aprendizajes más que en los resultados, el camino puede ser tortuoso, pero maximizará las posibilidades de éxito.

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